20 agosto 2005

Casa Luque


Este es el comedor de invierno.... Al fondo hay un pequeño armario donde guardamos muestras de botellas de gran capacidad de distintos vinos y licores... Estamos en Plaza Cavana 2, en el centro de Nerja. Mis padres abrieron el local en el año 1983 y desde entonces ha estado abierto como restaurante. En la actualidad seguimos desarrollando una cocina tradicional pero con toques de modernidad.
Os esperamos!!!

19 agosto 2005

El precio del vino en el Restaurante

Es el tema recurrente. El de siempre. Ante la pregunta de ¿porqué se me cobra en el restaurante “x” si yo en mi tienda habitual lo compro a “y”? la respuesta admite múltiples variantes, tanto del punto de vista del restaurador como del cliente.

Teniendo en cuenta que un restaurante es ante todo un negocio y que sin negocio no hay restaurante, ¿cómo podríamos compatibilizar un buen servicio de vino (cristalería, conservación, variedad de vinos, información, …) con un precio adecuado para ambas partes?. Pero ¿qué ocurre además cuando pasión y negocio se unen?, ¿haría peligrar uno su cuenta de resultados por tratar al cliente como si fuera uno mismo?.En cualquier caso, y como todas las pasiones, el grado de locura siempre es un ingrediente imprescindible.
Convirtámonos en apasionados de nuestra profesión y no obviemos alguna que otra locura…eso sí con la prudencia de la dorada medianía de Horacio*. Nuestros clientes lo agradecerán.

* Odas, 2, 10

¿Nueva Gastronomía Malagueña?

El adjetivo nuevo es un tanto ambiguo, dependiendo del contexto en el que se utilice claro está: ¿significa renovación de la existente?, ¿la creación de algo distinto a lo que había? o simplemente es que nuestra gastronomía no está vieja?. No es sorna ni burla. Son ganas de pensar y reflexionar.

La presentación del Viña Acedo Reserva fue sin duda el catalizador de esa amalgama de pensamientos que llevaba tiempo dándole vueltas sobre la gastronomía en Málaga, su situación actual y su proyección futura. Personalmente no creo que la situación sea mala pero creo que requiere un debate más amplio para determinar hacia dónde van las cosas. Creo que los titulares se nutren más de sensaciones que de datos objetivos y hablar de gastronomía como hecho cultural no debe ir desligado del conjunto de valores y principios que rigen en nuestra comunidad. Y es en este sentido donde no veo cambios significativos. No pretendo entrar en discursos academicistas sobre la construcción del gusto y su socialización ni tampoco quiero entrar en los cambios de hábitos en la alimentación de las familias malagueñas, etc... Tampoco quiero entrar en los mismos problemas de siempre: la falta de mano de obra cualificada, la escasez de productos de calidad…. Sólo quiero saber qué es Nueva Gastronomía Malagueña y que no es Nueva Gastronomía Malagueña, cómo se identifica, qué valores proyecta, quién la desarrolla o quién es capaz de desarrollarla. Decir que la Nueva Gastronomía Malagueña la practican cinco carece de validez científica y por tanto es como si no existiera. Málaga merece que una afirmación de este tipo tenga un sustrato de profesionales sólido y reconocido. Después vendrá el marketing y la comunicación.

Toca hacer los deberes y….si copiamos, por favor con arte, elegancia e inteligencia. El guante está echado.

Identidad y Gastronomía

Leyendo un artículo del enólogo Manuel Ruiz Hernández en el periódico “La Rioja”* sobre la tendencia a la uniformidad de los vinos me pregunté si eso mismo podría ocurrir en el ámbito de la restauración. Es indudable que las costumbres socioculturales marcan las pautas alimentarias de una comunidad o país pero ¿qué ocurre ahora cuando la diversidad de cocinas, ingredientes y técnicas viajan con tanta facilidad?

Mucho se ha hablado sobre la gastronomía española en el pasado año, sobre todo a raíz de la portada de Ferrán Adriá en el dominical del New York Times. Sin embargo soy escéptico del verdadero impacto de esta nueva coronación. Cuando en Amazon.com los libros sobre cocina española tengan su propia categoría y dejen de venderse en cocina étnica; cuando un americano, un sudafricano o un chino sepa lo que es un gazpacho como sabe lo que es una terrine de foie de canard o una pizza, entonces, y sólo entonces, me creeré todas esas alabanzas.

Pese a todo, encuentro una magnifica oportunidad para influenciar y fomentar nuestra cultura gastronómica: las sopas frías, nuestra forma de freir y sobre todo la concepción de alimentarnos de muchas cosas pero en poquita cantidad. Un nuevo reto para que los miles de visitantes de Andalucía integren nuestra sabiduría culinaria a su vida cotidiana.

*http://www.larioja.com/pg050112/prensa/noticias/Rioja_Region/200501/12/RIO-REG-023.html.

Las conclusiones del análisis indican justamente lo contrario. A pesar del deterioro genético de las variedades de vides desde principio del siglo pasado, la utilización de nuevas técnicas de vinificación y el empleo de madera, la variedad de vinos es diversa y variada aún utilizando las mismas técnicas.

Vinos de Málaga, ¿profetas en nuestra tierra?

Puede parecer una pregunta retórica (lo es), llena de intencionalidad (sin ninguna duda) pero en realidad QUIERO invitarles a reflexionar sobre el tema (y sin acritud)….

Siendo una tierra productora de vinos ancestral (desde los fenicios ¿no?) y una potencia mundial como destino turístico surgen las paradojas: ¿cuántos de esos visitantes son conocedores de nuestros vinos?, ¿cuántos de ellos pueden ser consumidores habituales? ¿cuántos de nosotros han degustado vino de Málaga fuera de la Feria? ¿y fuera de Málaga?, ¿en cuántos restaurantes malagueños ofrecen más de una opción a elegir?, ¿porqué se conoce tan poco el vino de Málaga fuera?. Lo dicho son preguntas para pensar…y seguramente las mismas que se han hecho un millar de veces los bodegueros.

He tirado la primera piedra (¿o la enésima?). Pero, en lo que a mi parcela atañe, creo que los restauradores malagueños podríamos hacer un poquito más por ellos (por los vinos me refiero). No quiero incitar al quebranto del “Manifiesto Cambloriano”*, entonando un canto patriótico a la calidad de nuestros vinos pero no es menos cierto que en un mundo tendente a la globalización (donde la producción de cosas carentes de personalidad propia, dictadas por la concepción del gusto que tienen unos pocos) tener algo distinto a todo lo demás debería ser motivo de valoración y estima (y esto también es aplicable a los vinos de Jerez, igualmente olvidados).

Pues eso, a hacer lo mismo que nuestro compañero Adolfo en su restaurante…”para terminar unos chupitos de un magnifico vino de Moclinejo, que casi lo he pisado yo…..” y a darle un poco de cariño y compresión a nuestros vinos.